

Es nuestro día de descanso planificado así que aprovechamos para trasladarnos hasta Ovaro y afrontar al día siguiente la etapa sobre la cual más dudas se ciernen. ¿Seremos capaces de hacer lo que no hicieron los profesionales en el Giro? George, el holandés con el quien coincidimos en el camping alucina cuando le decimos lo que llevamos… y lo que nos queda! Los lugareños nos recomiendan descender del Zoncolan por la otra vertiente, aunque nos avisan de la tachuelilla que tendremos que salvar de regreso al campamento base. Otra novedad importante: ya nos hemos adaptado al horario europeo: nos ponemos a preparar la cena… ¡de día!
Nos vemos pedaleando.
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