Tras unos primeros kms de nervios, acelerones, frenazos y alguna caída, todo ello propiciado por la estrecha carretera en la que nos encontramos, por fin en el primer repecho serio (km. 30) el gran grupo se divide. En el km 50 se encuentra el Puerto de la Matalena, cuyo descenso se me hace difícil debido a que el suelo se encuentra ligeramente húmedo, lo que me hace extremar la precaución. En Vega de Pas comienza la 2ª dificultad montañosa de la jornada, el Puerto de la Braguia. Subida relativamente tranquila, ya que la no existencia de rampas de más del 7% lo permite, arriba, avituallamiento y descenso por carretera ancha y bien asfaltada que hago a rueda de un grupo.
Este descenso nos deja en Selaya, localidad de inicio del puerto de El Caracol, con el interminable paso por Campillo, los kms acumulados y la dureza de algunas de sus rampas hacen que algunos ciclistas sufran bastante… con todo lo que queda por delante, ni más ni menos que la ascensión a Lunada desde San Pedro de Riomiera, en la que impongo un ritmo exigente que hace que el último tramo del puerto se me haga bastante largo, tras 15 kms de constante ascensión a una media cercana al 7%, en el km 110 coronamos el “Portillo”.
Desde aquí ya solo queda el descenso con precaución debido al mal estado del firme hasta Espinosa de los Monteros y posteriormente, los últimos 30 kms de etapa hasta Villarcayo, los cuales realizo sufriendo bastante a rueda de otros 3 cicloturistas que dan relevos, bastante hago aguantando ahí. Justo cuando entramos en Villarcayo nos alcanza un grupo de unas 20 unidades. El último km le hago solo, a mi ritmo, me da igual tardar un minuto más que uno menos. Al final, 5 h y 56 minutos. Según parece la preparación para la QH va viento en popa. (Teniendo en cuenta mi nivel, a ras de suelo.)
Durante la posterior comida los compañeros me animan a que al día siguiente tome parte en la Marcha que organizan los trabajadores de la fábrica de Bridgestone en Burgos. Como soy fácil de convencer, allí nos veremos. Pero la crónica de esa marcha, la dejo para la próxima entrada.
Por cierto,
chapeau para Iñigo Cuesta, hizo la marcha con los primeros y al llegar a Villlarcayo se dio la vuelta para terminarla con los últimos participantes. Un bonito detalle que puso la guinda a la buena organización, incluyendo un buen plato de pasta y sorteo de regalos.Nos vemos pedaleando.
1 comentario:
Joe, esa foto de equipo la tuvisteis que hacer justo detras de mi coche, que estaba ahi mismo aparcado, recuerdo que dormi alli..ajajaj!!!
Que aunque no te acuerdes, alli fue cuando nos presentaron!! En la comida, cerca de vosotros estaban los de Sabi!!!
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